“La astrología es, a mi juicio, una muy ilustrísima dama, sumamente bella, y venida de tan lejos que no puede dejar de cautivarme con su encanto, y no veo en el mundo físico nada cuyos atractivos puedan rivalizar con los suyos. Me parece, además, que detenta uno de los más elevados secretos del mundo. Lástima que hoy día, al menos para el vulgo, ocupe su lugar una prostituta”.
André Bretón (escritor, poeta y ensayista francés)
Es innegable: la astrología forma parte de la cultura popular. Practicamente toda persona ha escuchado algún “horóscopo” o conoce “su signo zodiacal” y se generan diferentes actitudes al respecto. Por un lado encontramos a personas que otorgan valor a los signos zodiacales: como una manera de caracterizar (etiquetar) a las personas que conocen, atribuyéndelos características y comportamientos que “son típicos de tal o cual signo”; y existen también personas que le otorgan un valor más bien trivial y asociado al entretenimiento, es decir: pueden revisar su horóscopo y oir algunos “climas astrológicos” sin tomarlos en serio pero que les causan gracia. Hay personas que creen en la Astrología.
Sin embargo, suele ser bastante frecuente también que hayan otras personas (con una dosis un poco mayor de pensamiento crítico) que no toman a la astrología en serio: desde aquellos que demuestran indiferencia por considerarla una creencia sin importancia, hasta aquellos que, ya sea con un espíritu honesto y comprensivo o con una actitud más bien pedante, la desacreditan, considerándola una pseudociencia. Hay personas que no creen en la astrología.
Sin embargo tanto las personas que creen y que no creen en la astrología, generalmente no la conocen, ni la entienden, ni la han estudiado. Lo que saben de astrología se circunscribe al conocimiento popular, plagado de afirmaciones vagas y superficiales, ignorando lo esencial. Por ello, y tomando las palabras de André Bretón, veamos a qué se refiere con aquello de la ilustrísima dama que fue usurpada por una prostituta. Es decir, diferenciaremos la “astrología pop” de la “astrología esencial”.
La "ASTROLOGÍA POP"
Con esta expresión queremos referirnos justamente a aquella versión ampliamente popularizada de la astrología, que generalmente se centra en los doce signos zodiacales y sus respectivos horóscopos semanales, características, afinidades, preferencias, formas de seducir, cosas que detesta y un interminable etcétera, pero que dada la proliferación de la astrología en el entorno de internet también presta atención a los ciclos lunares, los ingresos de planetas en determinado signo, o la retrogradación de determinados planetas (siendo mercurio retrógrado el gran protagonista de este último punto).
Otra característica bastante frecuente de la astrología pop es la relativa frecuencia con la que los “astrólogos” que hablan de ella, que a partir de ahora denominaré “astromagufos” (de “magufo”: persona que promueve o comercia con fenómenos paranormales o pseudocientíficos) imparten una versión poco seria de la astrología, realizando “predicciones” que no se cumplen, o nunca superan el simple azar, y que más bien presentan a la astrología como un saber oculto que más bien se acerca a las mancias y la superstición, dándole un matiz fuertemente adivinatorio. (abro paréntesis aquí para mencionarte que sí, en efecto hay algunas ramas de la astrología seria que están profundamente vinculadas al esoterismo y a planteamientos metafísicos que exceden el tono de esta disertación, y que en algún momento abordaremos). Resulta evidente que la actividad de los astromagufos les permite obtener beneficios personales, ya sea en términos de popularidad o dinero.
Si crees que hablar de los doce signos zodiacales, de los horóscopos, de mercurio retrógrado, o de la predicción que algún astromagufo hizo en algún programa de farándula es astrología seria, no estás en lo correcto. Todo eso no es astrología seria, no nos dice algo que realmente valga la pena, y todo detractor de la astrología tiene justa razón en tacharla de ambigua, imprecisa o simple charlatanería. Y es que es comprensible que la astrología pop sea tan popular por algunos motivos:
La astrología es mucho más que los horóscopos o los signos del zodiaco, pues nos muestra la relación que tenemos con el cosmos.
Qué caracteriza a la astrología pop
Podríamos decir que la astrología pop se caracteriza por sus expresiones ambiguas y generales, por el afán de protagonismo mediático o intereses económicos, por no estar fundamentada en nada contundente, por la simplificación de temas más enrevesados, por y por mucho más, pero para brindarte una herramienta sencilla que te permita identificar la astrología pop, puedo decirte que sus características principales son:
1. Su sobre identificación con un único elemento del panorama astrológico completo, y
2. el hecho de que realiza afirmaciones que no están dirigidas a una persona o evento en particular, si no que son generalizaciones.
Déjame explicarte. La astrología seria está fundamentada en el estudio de la carta astral, la cual es una representación bidimensional de determinadas posiciones planetarias para un momento y lugar específico, sea el nacimiento de alguien o la ocurrencia de algún evento (sí, el momento en el que naciste, diste tu primer beso o lees este artículo tiene “su propia carta astral”). En la carta astral encontramos diversos símbolos que nos hablan no solo de los signos, si no también de los planetas, aspectos y casas; además, desde ya te digo que sólo la carta natal no basta para poder hacer un estudio astrológico completo, se requiere también el analísis temporal en la que se ve en cartas de revoluciones, direcciones o tránsitos, habiendo incluso más puntos de estudio dentro de la carta natal e innumerables técnicas que nos permiten enriquecer tanto la interpretación de la carta astral como de su desarrollo temporal.
Es decir, existe una vasta y compleja red de información que la astrología pop reduce sólo a un elemento. Cuando una persona justifica determinado comportamiento “porque es géminis”, ignora todo lo anterior para centrarse sólo en su sol (sólo uno de los 10 cuerpos celestes) en géminis.
Y algo parecido ocurre con otros puntos: tal vez una persona se siente sumamente preocupada por “es acuario” y plutón ingresará a ese signo pronto, ignorando que existen muchos otros factores mucho más apremiantes para su vida actual, como un tránsito de saturno sobre el descendente, o una conjunción del sol y la luna progresados, por ejemplo. Es decir, se centra en plutón en acuario ignorando el panorama más global (e importante).
Y eso nos lleva al segundo punto: ¿de quién estamos hablando? ¿a quién “afectará” realmente plutón en acuario? ¿de qué manera personal lo hará? La astrología pop hace generalizaciones que no llegan a aterrizar en algún caso en concreto. El astromagufo de turno nos dice “este eclipse será significativo y poderoso para aries y para libra”, o “júpiter ingresando a tauro nos dará abundancia económica”, o “esta es la mejor estrategia para conquistar a una venus en cáncer”.
¿El eclipse será significativo y poderoso para todos los millones de aries y libra? ¿Qué quiere decir “significativo y poderoso”? ¿”afectará” a todos los aries de la misma manera?. ¿Júpiter en tauro nos dará abundancia a pesar de la recesión y de que tal vez tenemos muchos gastos por que atravesamos un problema de salud? ¿La estrategia para conquistar a venus en cáncer considera la edad de la persona en cuestión? ¿y qué pasa si además tiene la luna en aries?
Con esto no niego que pueden haber afirmaciones astrológicas válidas sobre eclipses, tránsitos planetarios o recomendaciones para la vida cotidiana, no, solo afirmo que, al no aterrizar todas esas afirmaciones a una carta, persona, o evento en particular (singular y específico) estas pierden mucho (o casi todo) su valor. Si cualquier astrómagufo te dice algo sin conocer tu carta natal sencillamente no debes de tomar en serio sus palabras. Decir que algo es para todos es decir que es para nadie, así de sencillo.
Sin embargo, he de reconocer que a veces es inevitable hacer afirmaciones a lo “astrología pop”, porque justamente todo astrólogo quiere llegar a la mayor cantidad de personas, que su trabajo y su voz sean reconocidas. El dilema de un músico que quiere innovar, hacer música original,”no comercial” y ser fiel a su esencia, pero a la vez tener audiencia y reconocimiento no es tan ajeno a quien quiere divulgar un conocimiento que es valioso, a la par que complejo como la astrología (o la física teórica). Por mi parte, procuraré hallar un equilibrio entre ambos polos.
Resumiendo, la astrología pop se caracteriza por simplificar, reducir y generalizar el conocimiento astrológico, tornándolo ambiguo, poco válido y (para bien o para mal) popular.
La astrología pop es la astrología más popular: ambigua, insustancial y poco útil. No debe de ser tomada en serio..
Por qué es popular la astrología pop
Por la tendencia a sentirnos identificados con aquello que nos pueda afirmar y a buscar respuestas.
No es un secreto que uno de los principales problemas actuales es la falta de sentido y desmedro de la vida interior, no sabemos quiénes somos ni como lidiar con nosotros mismos, y todo lo que aparezca como una alternativa puede parecer válido. Es importante destacar también que los seres humanos, en nuestro afán por entender el mundo nos hacemos preguntas y queremos encontrar alguna respuesta, por ello tendemos a buscar (o inventar) explicaciones, hacer generalizaciones. Por ello, frente a la incertidumbre de iniciar o no un trámite, o de estar conociendo a una persona con intereses románticos, escuchar que “mercurio retrogrado nos puede poner trabas en documentaciones” o que “Leo y Libra son signos del zodiaco bastante compatibles” nos permite encontrar una respuesta, que no es lógica, pero es una respuesta al fin.
Efectivamente, hay una necesidad muy natural y básica de conocer, comprender (y hasta controlar) el mundo y a nosotros mismos, necesidad de la que sacan provecho charlatanes o astromagufos, cuyas aseveraciones son tomadas muy en cuenta sobre todo por personas con un pensamiento critico exiguo.
Porque no se cultiva el pensamiento crítico.
Resulta evidente que lo más fácil es aceptar o rechazar algo a priori. Cuestionar, investigar, reflexionar son actividades no muy afines a un estilo de vida fuertemente impregnado por el facilismo y lo inmediato, que nos lleva a compartir e incluso viralizar información que muchas veces no es totalmente certera o en algunos casos es evidentemente falsa y hasta malintencionada. En la época de las conspiraciones, el terraplanismo y los movimeintos “new age” se hace muy necesario cultivar el pensamiento crítico, no podemos cerrar nuestra mente ante lo novedoso, pero tampoco podemos cualquier cosa como algo válido y verdadero.
Porque astrologia seria es bastante compleja
Es más fácil pensar que a una persona “la va mal en el amor por que es virgo” que entender que existen diversas creencias irracionales y patrones de vínculo disfuncionales incorporados en las relaciones parentales de la infancia y que se van repitiendo de forma automática a lo largo de sus relaciones. A su vez, esto último resulta incluso más fácil de entender que si dijera que “el tránsito actual de saturno moviliza la configuración en T cuadrada con venus (regente de la séptima) en el apex de la carta natal de la persona, que, aunado a una cuadratura que hace la luna progresada al fondo de cielo natal, ponen en manifiesto el complejo plutoniano de la cliente a la hora de relacionarse sentimentalmente”. En cristiano, esto significa que existen varios factores astrológicos que indican no sólo la temporalidad de los problemas de pareja por las que pasa esta persona, si no también la raíz de su causa y posibles estrategias de afrontamiento. La astrología es un lenguaje simbólico, donde no basta leer bastante ni memorizar conceptos o fórmulas, si no que es necesario conocer diversas técnicas, tener capacidad de discriminar, interpretar, integrar y sintezar información, además de intuición y sensibilidad para saber cómo transmitir al consultante lo que se llega a comprender. Es decir, la astrología seria (“astrología esencial”) detenta efectivamente -como dijo Bretón- un conocimiento muy elevado, ilustre, bello, accesible a quienes están dispuestos a trabajar y esforzarse por conocer y hasta entregarse a “tan bella dama”.
Porque lo popular vende
Creo que no hace mucha falta explicar ampliamente este punto. El consumo de contenido fácil, ligero y popular sea que hablemos de contenido en redes sociales, literatura, cine, música o astrología, no sólo es frecuente en el contexto en el que vivimos, si no que además mueve ingentes masas de dinero. Podemos ver con facilidad cómo es que lo popular no es necesariamente ni lo mejor ni lo auténtico.
La "ASTROLOGÍA ESENCIAL"
Ahora quiero hablarte de la astrología real y seria, de la astrología con ciencia y alma, de la astrología que denomino “Esencial”, por que efectivamente conserva su esencia (aquello que la hace verdaderamente astrología).
Antes de continuar, es importante entender a qué nos referimos al hablar de astrología. La astrología afirma que existe una simpatía, relación, correspondencia o sincronicidad entre los movimientos planetarios y los fenómenos tanto físicos como psíquicos del individuo y de la humanidad. Dicho sea de paso, es importante mencionar que esta no relación no es causal, en el sentido estricto de la palabra, nos planetas no “nos afectan” físicamente. (llegar a comprender el cómo y porqué de esta relación es un tema realmente enigmático y complejo, lo dejaremos para otro post). Por eso es que podemos decir que la astrología pone en evidencia que somos uno con el cosmos, que existe un orden en el universo y en nuestra vida; unidad y orden que se hacen tangibles a partir de la carta astral.
El papel de las Cartas Astrales
Una de las características principales de la astrología esencial es que trabaja necesariamente con cartas astrales, que son (como ya dije) la representación de las posiciones planetarias para determinado momento y lugar, es decir que “aterriza” y se centra en una entidad particular (persona, país, evento, etc), por ende sus descripciones y pronósticos ya no son generales (como los de la astrología pop, si no específicos. Por ello, para una adecuada interpretación de una carta astral es importante un proceso de síntesis de los diversos elementos (planetas, aspectos, signos, casas), de todo el sistema y no de elementos aislados. Esta síntesis brinda mucha, muchísima información.
Es importante considerar tambien el siguiente punto muy relevante: es la carta astral lo que hace que la astrología esté dotada de una base objetiva (las posiciones planetarias). En este sentido, la labor del astrólogo se asemeja más a la de un médico que a partir del estudio de un extenso corpus de conocimientos, muchas horas de práctica y de la evaluación de diversas pruebas, va llegando a realizar un diagnóstico y pronóstico para un paciente en específico. Evidentemente tales conclusiones son el resultado de la preparación y experiencia del médico, no de su capacidad de adivinar o de “poderes sobrenaturales”, y serán semejantes a las conclusiones obtenidas por otros de sus colegas, puesto que se están analizando datos objetivos.
Por este motivo el astrólogo no es un adivino, sino un intérprete de configuraciones de una realidad objetiva, astronómica, que a partir del estudio, el dominio de la técnica, y la casuística va desarrollando la habilidad de interpretar el lenguaje de los astros. El astrólogo es pues, un intérprete de símbolos que hablan de regularidades y patrones que se expresan en diferentes formas y niveles, y ese es otro punto muy importante para acercarnos a la astrología esencial.
La complejidad del lenguaje simbólico
Si bien tanto el astrólogo (astrólogo serio, no astromagufo), así como el médico, o el astrónomo emplean determinados métodos y ténicas y manejan una doctrina afín a su oficio, su objeto de estudio difiere radicalemente. El astrólogo no estudia -exclusivamente- la realidad física (como el médico o el astrónomo) si no símbolos que aluden a diferentes dimensiones de la existencia: físico, psíquico y teleológico. Y es por esto que ya podemos ir intuyendo que la astrología no puede ser considerada una ciencia (bajo el paradigma actual de lo que significa ciencia), por que nos habla de profundidades que trascienden lo eminentemente material y se abren a la incorporación de la subjetividad humana (vivencia personal, realidad psíquica). De ahí que la astrología maneja un lenguaje (el simbólico) que permite articular la psicología y la astronomía, la poesía y las matemáticas, el pensamiento discursivo como el metafórico.
Por eso mismo, si bien la astrología no puede realizar predicciones exactas (muchas disciplinas científicas tampoco) ni nos permitirá descubrir si hay vida en otros planetas, ni encontrar una cura al cáncer o una solución al calentamiento global, nos puede ayudar muchísimo para comprender y gestionar la vida, además de ser una gran heramienta para el autoconocimiento y el desarrollo de conciencia (aspectos en los que ciencia actual, si no inútil, resulta francamente precaria). La astrología y su percepción simbólica de la realidad permiten recuperar el sentido de unidad hombre – entorno, adentro – afuera, psique – cosmos, y este es (a mi juicio) el principal don de la astrología esencial.
La astrología esencial no solo implica el estudio riguroso de la carta astral,
si no que permite percibir al ser humano dentro de un orden más vasto
La Astrología Esencial como modo de vida
En sus orígenes, la astrología y la astronomía eran una: el estudio matemático de los movimientos de los astros iban a la par de la sensibilidad para responder con el alma a la luz de las estrellas. El astrónomo astrólogo tenía los pies firmemente asentados en la rigurosidad de los cálculos y la tierra, y la mirada y el corazón palpitando en la infinitud del cielo. Hoy tenemos telescopios que nos permiten ver planetas, estrellas y galaxias increíblemente lejanas que nuestros ancestros quizá sólo pudieron imaginar, pero no podemos ver una realidad tan cercana que a ellos les parecía ridículamnete obvia: tener un alma, ser parte de un orden más vasto.
Y es justamente esa visión de la realidad y de sí mismo la que despierta cuando aprendemos el lenguaje de la astrología esencial (o algún otro lenguaje simbólico), la sensibilidad para percibir muchas más relaciones con las personas que conocemos y los eventos que nos ocurren, de percibirnos inmersos en un orden que nos trasciende.
Resulta innegable además que la astrología está estrechamente vinculada con la filosofía, lo metafísico y un sendero que podemos denominar espiritual: la astrología nos conecta con lo superior, con el cielo (literal y figurativamente hablando), pero es importante destacar también que el florecimeinto de esta dimensión no niega el pensamiento lógico y racional, si no que lo trasciende; no escapa de la realidad, si no que la re significa en términos de un orden más vasto.
En síntesis, la astrología esencial más que “sólo” tener la seriedad, el conocimiento y la sensibilidad para interpretar cartas astrales o escudriñar su despligue en el tiempo, implica una transformación en la forma de percibir y relacionarse con uno mismo, con lo que nos rodea, con la vida y el universo mismo. La astrología esencial es un modo de vida en la que vamos tomando consciencia de que somos el cosmos conociéndose a sí mismo.
Para concluir
Muchas veces nos ocurre que al conocer a alguien nos dejamos llevar por las apariencias o los prejuicios, pero solamente el tiempo compartido con esa persona nos permite conocerla tal como es y valorarla. Lo mismo ocurre con la astrología.
Existe una versión simplificada, caricaturizada, vulgarizada (“prostituida” en palabras de Bretón) de la astrología: la astrología pop, la cual evidentemente no puede ni debe ser tomada en serio, porque no tiene bases sólidas ni resulta útil. Pero más allá de esta visión distorsionada, si ponemos de nuestra parte, vencemos el prejuicio, nos esforzamos y realmente conocemos a esta bella, ilustrísima dama de la astrología esencial, podremos acercarnos a los secretos y bondades que guarda, encontrando en ella mucho más de lo que podemos imaginar.